Nunca más esperadas que este año, nunca más necesitadas que este año, nunca jamás me habían resultado tan necesarias como esta vez para cortar.
Cortar con un mal año laboral. Cortar para barajar y repensar.
Un fin de año muy intenso, no solo en lo externo con sus calendarios y fechas y compromisos, sino especialmente en lo interno. En lo que los GPS llaman "recalcular".
Un momento de repensar (seamos justos: de empezar a repensar) a fondo cosas tan fundamentales como: Quién soy? Qué espero? Qué busco?
Algunas personas cercanas dicen que es momento de madurar. A los 41, no me parece que venga mal. Digo...
En fin, que la cuestión existencial es fuerte. Una sensación de haber perdido en algún lugar el sentido. No diría que perdí el norte. Son cosas muy distintas, me parece.
Así que con estas cuestiones estamos. Buscando sentido. Resignificando roles: mujer, madre, madre-mujer, mujer-madre, docente, profesional... y seguimos.
Vacaciones entonces. Para descansar, tomar fuerzas, despejar la mente de ideas viejas. Y así, vacía y llena: RECOMENZAR.
Feliz Navidad,
que Jesús niño encuentre pesebre en tu corazón!!